Quién era Alonzo T. Jones? - Justificación por la Fe y la Perfección Cristiana

QUIEN ERA ALONZO T. JONES ? - Justificación por la Fe y la Perfección Cristiana

"Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón". Salmo 27:3.

“¡Muerto para el mundo, y vivo para ti, oh, mi Señor!”

Con esas palabras y con las manos en alto, el sargento Alonzo Trevier Jones (1850-1923) se levantó de la tumba bautismal en Walla Walla, territorio de Wáshington, el 8 de agosto de 1874, cuando confirma en público su nuevo nacimiento del agua y del Espíritu (Juan 3:5) para una nueva vida en Cristo. Durante semanas había estado “buscando fervientemente al Señor”, y pocos días antes había recibido “pruebas vívidas de los pecados perdonados”. Carismático, enérgico, dramático, apuesto y con tendencia a irse a los extremos, Jones se convirtió en una figura destacada en los círculos adventistas durante la década de 1890.

Jones estaba orgulloso de su pasado militar. Cualquier título de gloria militar provenía de su participación en la guerra de Modoc, al norte de California, en 1873, durante la cual asegura que él y su pelotón “sirvieron una lluvia de balas” contra el enemigo, en un esfuerzo por proteger a un oficial herido.

El intrépido Jones pasaría el resto de su vida sirviendo “una lluvia de balas” a cualquier blanco que percibiera como enemigo.

Su personalidad y su estilo de confrontación hicieron mucho para fastidiar a sus oponentes. Elena de White, repetidas veces, le advirtió en contra de sus comentarios duros, pero a Jones se le hacía casi imposible distinguir entre la franqueza y la crudeza. Él aclaró este tema en 1901, cuando algunos desafiaron su candidatura a la presidencia de la Asociación de California porque su “franqueza y crudeza de expresión [...] lastimaban a la gente”. Jones se confesó culpable; pero señaló: “No puedo arrepentirme de eso, porque es simple cristianismo”.

Su aspereza hizo mucho en marcar la pauta para las reuniones de Minneápolis, cuando espetó a la delegación que él no debería hacerse responsable de la ignorancia de Urías Smith de ciertos detalles históricos sobre Daniel 7. Habiendo hecho su tarea, Jones sabía que estaba en lo cierto y subrayó su posición.Si bien esa determinación hacia un patriarca de la iglesia no hizo mucho por su causa, su contundencia intrépida indudablemente lo ayudó en los pasillos del Congreso de los Estados Unidos y en otras partes, al luchar en contra de las inminentes leyes dominicales. Jones era un hombre que prosperaba en el fragor de la batalla. En este link se registra un vídeo de 5 min con la intervención de Alonzo T. Jones en el Congreso de EE.UU. impidiendo que se apruebe el proyecto de Ley Dominical en 1889 en Washington D.C. que sería aplicada en USA:

Projeto de Ley Dominical no Concretado en 1889 en Washington D.C.

Debido a la Sabia Intervención de Alonzo.T. Jones

Video de 5 minutos

¡Pero, de todos modos, Dios lo usó poderosamente!

Alonzo Trevier Jones y Joseph Waggoner han sido fuertemente usados por Dios para dar a nuestra iglesia su mensaje de "Justificación por la Fe" la cual se le da nueva luz y se amplía el concepto dado por Martin Lutero a partir del hecho que estos dos hombres usados por Dios reconocen la naturaleza humana de Cristo quien viniera en carne de pecado tal cual la muestra para poder alcanzarnos y levantarnos de nuestra condición caída. Todos los escritos de estos dos grandes hombres son como una mina de oro abandonada, una mina de verdades y buenas noticias, casi en cada página de la Biblia ellos vieron una buena noticia. "Es fácil ser salvo y difícil estar perdido si se sabe hasta que punto la buena noticia es buena". Alonzo T. Jones escribió su obra "El Camino Consagrado a la Perfección Cristiana" extraída del libro de Hechos y otros libros de la Biblia, el cual contiene una luz maravillosa que nos ayuda a entender el evangelio de Cristo y el proceso de santificación requerido hasta alcanzar la semejanza con Cristo quien nos probó que es posible para el hombre guardar la ley de Dios mediante una conexión de relacionamiento diario con el Padre celestial.

Aquí encuentro algo importante para mí. Con todas mis faltas, Dios todavía puede usarme a mí (y a ti). Si bien es cierto, Él desea cambiarnos si se lo permitimos, comienza con nosotros exactamente donde estamos.